Gestión Territorial del Servicio y la Vigilancia Policial

"La gestión pública territorial del servicio de policía es un proceso desconcentrado de la prestación de la vigilancia policial en la administración pública territorial a cargo del comandante de policía, por medio de la cual se intervienen problemas públicos de indisciplina social, violencia -interpersonal e intergrupal- y delincuencia para satisfacer demandas ciudadanas de protección de la propiedad privada y regulación del comportamiento social para el mantenimiento del orden público a nivel local.  Pero existen grandes diferencias establecidas en la norma entre servicio de policía y servicio de seguridad ciudadana; incluso esas diferencias se amplían cuando de seguridad humana se trata.

Desde las directrices que brinda el Plan Nacional de Desarrollo 2022 - 2026 y la actualización de la Ley de Orden Público - Ley 2272 de 2022 se empezó a promover el enfoque de seguridad humana como gran apuesta de política pública en el país:  ""La seguridad humana garantiza el desarrollo de oportunidades, de tal manera que se amplie el espacio de las capacidades. La vida justa y el buen vivir tiene que superar el enfoque tradicional basado en la seguridad física y la defensa. Desde una perspectiva más amplia, se enfatiza el papel del Estado como garante de oportunidades de desarrollo. Esta noción de seguridad humana centrada en el bienestar integral implica una provisión de justicia como bien y servicio que asegure la universalidad y primacía de un conjunto de derechos y libertades fundamentales para garantizar la dignidad humana y promover la reconciliación social. "" (DNP, 2022).  Para lograr tales propósitos, el servicio de policía juega un papel importante, pero no trascendental en la medida que para atender el talante de las problemáticas que limitan la seguridad humana será necesaria la intervención en gobernanza de múltiples sectores, incluyendo el privado.  

Todo lo anterior invita al Comandante de Policía a conocer sus roles, alcance y funciones en territorio, en el marco de la misión constitucional de la Institución y a generar incidencia en lo político administrativo para un correcto desarrollo del servicio de policía y el mantenimiento de la seguridad ciudadana.

Ahora bien, Cortés, García y Gómez (2018)afirman que las decisiones y el comportamiento del cuerpo de policía no solo dependen del marco institucional, sino también de las características del mandato policial, de la sociedad y de las situaciones que motivan la intervención policial.  En tal sentido, el modelo de policía cobra vital importancia en la medida que con este se logra el acatamiento concreto de las reglas para el mantenimiento del orden público.  En la formulación de tipologías de modelos de policía, autores que han abordado el tema concluyen que hay una relación exclusiva entre el Gobierno, la actuación del cuerpo de policía y el comportamiento de la sociedad para el mantenimiento del orden público.    Pese a ello, la literatura no define con claridad qué es un modelo de policía y da por entendido que la palabra ""policía"" remite al cuerpo de policía de manera exclusiva (Cortés, García y Gómez, 2018  citando a Waddington y Wright, 2010), antes que a orden y disciplina.  

Entre los hallazgos en la materia, se concluye que: 

a. Existe una relación entre gobierno, cuerpo de policía y sociedad (Bayley, 2010; Monjardet, 2010 y Guillén, 2016).  El cuerpo de policía actúa como factor independiente y autónomo para el ordenamiento de la vida colectiva (March y Olsen, 1984).

b. Se desconoce que la policía, como función administrativa del Estado y bajo la dirección del Gobierno, busca ajustar el comportamiento de los individuos en la vida social.

c. Se destaca la coacción física como razgo distintivo del cuerpo de policía en el sistema político.

d. Respecto a la sociedad Bayle (1998) enfatiza en su conducta de comportamiento o en la capacidad de cohesión social.

Cortés, García y Gómez (2018) señalan que la literatura también permite concluir que el cuerpo de policía alude al principio de legalidad en cuanto a su relación con los ciudadanos.  El fin es la seguridad de los ciudadanos y no el mantenimiento del orden público (Jar Couselo).  La fuente de legitimidad se soporta en la sociedad quien autoriza la intervención del cuerpo de policía y los conocimientos que tiene el personal (Guillén  Volver al mantenimiento del orden público como prioridad del gobernante supone una tensión frente a la propuesta del liberalismo, según la cual la seguridad de la propiedad privada prevalece.  En esta tensión está inmiscuido el cuerpo de policía de manera directa. La prioridad dada a la demanda de seguridad vino a contrabalancear la misión de protección de las instituciones y de mantenimiento del orden público.  A través del concepto de policía comunitaria o de proximidad, se da una verdadera inversión de las prioridades y de la forma de concebir las misiones de la policía, lo que se opera, puesto que el modelo francés se construyó en torno a la prioridad dada al orden público (Cortés, García y Gómez, 2018).

Finalmente, es importante precisar que existe una representación colectiva de que el cuerpo de policía es la única organización del Estado que desarrolla actividad de policía y que esta se considera como una mera actividad o labor.  Sin embargo, la función de policía es mucho más amplia en la sociedad contemporánea.  Puede ser descrita como las asignaciones o tareas encomendadas de las situaciones que ameritan la intervención policial, los resultados obtenidos, la aplicación de la ley, la regulación del comportamiento social y la imposición del orden.  Se considera que a través de la actividad de policía se desarrolla la función administrativa del Estado o mantenimiento del orden público, función que, entre otras instituciones, desempeña el cuerpo de policía (Cortés y Parra, 2016)."